I.M.I., iniciales de Impuesto sobre Males Inmuebles, es un conjunto de poemas que tratan temas tan desgraciadamente actuales como el desahucio, la especulación, el fraude, la pobreza, la explotación laboral, etc.
Dividido en dos partes –La inmobiliaria y La gestoría–, aborda aquellas situaciones donde la frialdad es la moneda de cambio en la compraventa de propiedades, con la consecuente desesperación de quien tiene que ganarse el sueldo en ambos lugares resistiéndose a perder su identidad, sus ideales, sus sueños.
A veces con humor, otras veces con amargura, en ningún caso con resignación, Elena Román se empeña encontrar poesía en medio de este caos. Y la utiliza para hacernos una revelación cálida y esperanzadora: no todo está perdido.
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